Vamos con la cruel verdad: pretender encontrar alojamiento bueno, céntrico, y “barato” en Londres (barato entre comillas porque más abajo hablaremos de eso) es una receta para la frustración.
Londres es una de las ciudades que más turistas reciben en el mundo, y ya de por sí es una ciudad cara, incluso para sus habitantes. A esto se le suma que tiene una moneda muy fuerte, frente a la cual todas las otras monedas pierden en el cambio. Y si bien en Londres hay temporada alta (el verano y la época navideña), no existe la temporada “baja”. La afluencia de turismo es alta durante todo el año y los alojamientos tienen una enorme demanda sin importar la época. Por todo esto los precios que se manejan distan mucho de los que se pueden encontrar en ciudades chicas, poco turísticas o que tengan una temporada marcadamente baja.
Hay ciudades, como Zaragoza, Cardiff o Valencia, donde podés encontrar un tremendo 4 estrellas céntrico con desayuno incluido por menos de €100 la noche, pero esos parámetros no corren para Londres (hay muchas ciudades para las cuales esto tampoco corre, pero acá nos vamos a concentrar en Londres). Al reservar hoteles para un viaje por Europa, o al calcular un presupuesto, hay que mentalizarse de que lo que sea que vayamos a gastar en otras ciudades más económicas, para Londres va a tener que repensarse; o incrementamos considerablemente el presupuesto por noche, o bajamos considerablemente las pretensiones. Las dos cosas no pueden mantenerse estáticas.
Este es el gráfico que armé para explicar fácilmente qué esperar al buscar hotel en Londres:
Londres cada año es más cara
Cuando compartí este gráfico en Twitter, y con Twitter siendo Twitter, me escribió MUCHÍSIMA gente tratando de probar que yo estaba equivocada tirándome el nombre del hotel al que fueron en su último viaje, que para ellos sí cumplía con los tres parámetros de bueno, central y barato. Me tomé la molestia de buscar las tarifas de acá a tres meses en todos los hoteles que nombraron: todas estaban entre los €180 y los €300 euros la noche (precios que una puede considerar justos para Londres, pero en ningún caso “baratos”. “Barato” podrá ser relativo para cada bolsillo, pero si en Madrid, París, Berlín y Roma puedo encontrar algo de similar categoría por €120 la noche, €180 no puede ser “barato”).
En uno de los hoteles que nombraron las habitaciones no tenían ventanas (o sea, no cumplía ni con ser barato ni con ser bueno. Solo era céntrico).
Los precios de hace cinco, cuatro, y hasta de hace un año, HOY no son válidos. La recomendación de alguien que viajó hace un tiempo y que consiguió buen precio, HOY muy probablemente ya no sea válida. Yo en el 2013 me alojé en un hotel muy correcto y limpio en pleno Covent Garden por €53 la noche. Actualmente, el mismo hotel, con exactamente las mismas instalaciones de ese momento y para la misma época, cobra €180. Eso nos lleva al siguiente punto.
Los precios de los hoteles son dinámicos
Esto es IMPORTANTÍSIMO de entender, es justamente por esta razón que en una ciudad como Londres no podemos hablar de hoteles baratos: incluso los hoteles sencillos y las cadenas low cost en esta ciudad tienen precios altos. Precios que llegan a triplicar los precios que tiene la misma cadena en una ciudad chica (un claro ejemplo de esto son las cadenas Ibis y Travelodge, hoteles ecónomicos en los que en otras ciudades podés llegar a alojarte por menos de €50 la noche, pero que en Londres HOY no bajan de los €175. Para el día de la coronación sus precios por noche llegan casi a los €300). Un hotel podrá ser muy “humilde”, por decirlo de alguna manera, pero si hay demanda, y si la gente está dispuesta a pagarlo, sus precios van a ser altos igual; no existe un hotel que los 365 días del año y a lo largo de los años tenga un precio barato fijo. Si lo pueden subir lo van a subir. Y en Londres SIEMPRE lo pueden subir porque siempre hay demanda.
No puedo recomendar un hotel “barato” porque que yo haya conseguido un precio “barato” en determinado momento en determinada situación no significa que ese precio hoy vaya a ser el mismo. Como pasó con las recomendaciones de Twitter: ninguno de esos supuestos hoteles “baratos” hoy era barato.
“Barato” cambia según la ciudad
Por eso en todo momento hablé de barato entre comillas. No solo barato es relativo para cada uno de nuestros bolsillos, sino que barato es relativo entre ciudades. Pagar €180 la noche para alojarse en Zaragoza a mí me parece caro, ¿por qué? Porque hay muchísimas opciones de hoteles buenos, céntricos y más económicos. Pero €180 la noche por un hotel bueno y céntrico en Londres es un precio bastante estándar y hasta “económico”. No es BARATO, pero es lo que tenemos que aceptar que sale esa misma clase de comodidad en esta ciudad. El piso de precios en Londres está mucho más alto que en la gran mayoría de las ciudades europeas.
¿Qué soluciones hay?
La que plantea el sabio gráfico y a la que tanto nos resistimos: vér qué necesidades priorizamos y resignar algo.
QUIERO UN HOTEL BUENO EN EL CENTRO / Resignar ahorro: se paga lo que se tenga que pagar y se está a pasitos de las principales atracciones. Definitivamente una opción muy práctica pero impracticable para muchas de nosotras.
QUIERO UN HOTEL BUENO SIN GASTAR MUCHO/ Resignar ubicación: hoy, y viajando en pareja, esta es la opción por la que me inclino. Londres es una ciudad enorme, con atracciones y servicios en todas sus zonas, por lo cual alejarte del centro no significa irte a las afueras ni estar en un páramo. Y más importante aún, es una ciudad increíblemente bien conectada; mientras tengas una estación de metro cerca vas a estar bien. A diferencia de Zaragoza, por ejemplo, ya que estamos, en Londres la idea no es hacer todo caminando porque es imposible. Así que estar en el centro o estar a unas paradas de metro del centro no cambia tanto la situación, porque de todos modos íbamos a tener que usar el transporte público.
QUIERO ESTAR EN EL CENTRO SIN GASTAR MUCHO/ Resignar calidad o comodidad: para las que sí o sí quieran estar EN EL CENTRO, se puede ya sea ir a un hotel bien bien sencillo, con una puntuación de Booking.com tirando a baja, o se puede ir a alojamientos más comunitarios, como un hostel, una pensión de esas con habitación privada y baño compartido, o una residencia universitaria (estas tienen disponibilidad bastante limitada según la época). Esto ya es muy personal y cada una decidirá en base a qué es importante para cada una, pero viajando sola he elegido alojarme en hostels compartiendo habitación porque la diferencia de precio con un hotel es enorme y realmente A MÍ no es algo que me moleste mucho. Bah, es una comodidad que estoy dispuesta a resignar para poder viajar a Londres. Eso sí, siempre habitación 100% femenina, esa es mi condición.
Si van con otra persona y quieren habitación y baño privado, un hostel no suele ser buena opción: los precios para tener estas comodidades por lo general son los mismos que los de un hotel. Realmente no vale la pena.
La excepción hace a la regla
Sí, OBVIAMENTE que puede pasar. Podés tener la suerte de justo estar buscando con mucha anticipación, justo estar yendo en una fecha con menos demanda, justo haber dado con un hotel que tenía que completar su capacidad como sea, y dar con un precio irrisiorio para una joyita en pleno centro. Y si sucede aferrate a esa oferta y no la dejes pasar. Por supuesto que siempre vamos a ir en busca de esto, con intentarlo no perdemos nada, pero me parece importante mentalizarse con la realidad del panorama y planear acorde, para no darse de cabeza contra la pared de los precios londinenses.
¿Cómo tener más chances de conseguir buen alojamiento a buen precio?
Siempre siempre reservar con la mayor anticipación posible. Cada tanto alguien me escribe preguntando por un alojamiento barato y céntrico en Londres “porque llegamos MAÑANA”. Cuanto más sobre la hora se haga la reserva, menos chances de conseguir buenos precios va a haber.
Evitar las temporadas altas: junio, julio y agosto (los meses de verano) y diciembre. En Londres cotizan alto el calor y el ambiente navideño. También tengan en cuenta que eventos relacionados a la monarquía como coronaciones, jubileos y cumpleaños del monarca son fechas de altísima demanda. Enero, febrero, marzo, abril y octubre son los meses más económicos.
Buscar precios en la páginas oficiales de las cadenas “económicas”. Muchas veces estas cadenas aparecen agotadas en Booking.com o ni siquiera trabajan con ellos, por lo cual la única manera de reservarlas (y de encontrar sus ofertas) es en forma directa.
Espero no haberlas desanimado, pero decirles cualquier otra cosa sería mentirles. Sí, Londres es cara, mucho más cara que Zaragoza, Cardiff y Sevilla, pero lo vale. Vale la pena hacer recortes, hacer concesiones o resignar comodidades. En mi experiencia personal, viajar un poco de más en Londres no duele. Estar en un lugar sencillo donde la tele no anda o no sirven desayuno, en Londres no duele. No pierdan de vista que van a una de las ciudades más increíbles del mundo. Y ojalá con suerte algún día nos toque alojarnos en el Savoy.
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