Para muchas de las que nunca viajaron solas, o las que todavía no conocen Europa, suele haber dudas acerca de la seguridad, especialmente sobre si es peligroso andar sola por la calle o sobre si se puede caminar sola de noche. Así que voy a contarles cómo fue mi experiencia en cada una de las ciudades que visité estando sola y cuáles son los recaudos que tomo.

Antes que nada tengo que confesarlo; soy MUY cagona. Soy adicta a las series y documentales de crímenes y soy neurótica por naturaleza, así que sepan que no hablo desde la inconsciencia de pensar que el mundo es Disneylandia. Tampoco soy de esa gente que piensa que “en todos lados pasan cosas”. Sí, en todos lados pasan cosas, pero en algunos pasan todos los días, a cualquier hora y de forma mucho más violenta que en otros. Así que eso, habiéndome criado en Buenos Aires y siendo una cagona, el tema de la seguridad -lamentablemente- lo tengo siempre presente cuando viajo.
Dicho y aclarado esto, JAMÁS me sentí más insegura en Europa de lo que me siento en Argentina. Nunca. Ni sola ni acompañada y en ninguna de las ciudades que visité. Las precauciones que suelo tomar son siempre menos y más relajadas que las que tomo cuando estoy en Buenos Aires. He andado por todos lados con una cámara profesional y muy llamativa colgada al cuello y jamás sentí miedo de que quisieran robarme. Cuando salgo con la computadora encima o la saco en un bar, mi única preocupación es lo mucho que me pesa. Sí, llevo la mochila para adelante si hay mucha gente alrededor y nunca pierdo de vista mis pertenencias, pero eso es todo. No dejo de ir a tal o cual lugar solo porque tengo algo de valor encima, y casi nunca siento la necesidad de esconderlo. En Europa los robos violentos, los asaltos y las armas no son algo muy común. Sí hay robos, pero por lo general están más asociados a descuidos o a carteristas. Y si hay violencia involucrada, MUY raramente sucede en zonas turísticas y mucho menos a plena luz del día. Ni siquiera son comunes los arrebatos; eso de esconder el celular porque te lo van a manotear en Europa no se les cruza por la cabeza.

Durante el día y dentro de las zonas más turísticas y comerciales las ciudades europeas suelen ser muy seguras. En todas las que estuve me moví de forma totalmente libre y jamás me sentí amenazada. Me he metido en barrios turísticos donde hay muchas actividades ilegales, borrachos, yonkis y vagabundos y de día rara vez tuve miedo.
A la noche sí tomo recaudos y sí hay cosas que evito. ¿Por qué? Porque en lugares como Francia, Inglaterra e Italia (no tanto España), después de las 7 de la tarde o las 8 de la noche (especialmente en invierno) las calles empiezan a vaciarse. Los turistas se van yendo, los locales ya están en la casa y las ciudades están más desoladas. También a esa hora empiezan a verse más borrachos, chiflados y yonkis dando vueltas. Esto no significa que cuando cierran los negocios las ciudades europeas se conviertan en Mad Max, PARA NADA. Por lo general siguen siendo más seguras que Buenos Aires, pero sí es mejor estar más atenta y ser más cuidadosa en este horario.
Yo personalmente nunca viví ninguna situación peligrosa. Sí vi peleas de borrachos, locos gritando, gente ofreciendo droga y esas cosas, pero por lo general cada uno está en la suya y no suelen molestarte.


Las ciudades en las que pasé mucho tiempo sola son Barcelona, Madrid, Marsella, París, Milán y Londres, y en Barcelona es tal vez donde más segura me siento. Si bien en los últimos años empezó a hacerse infame dentro de Europa por su inseguridad y su criminalidad -y es verdad que empezó a verse más violencia y robos mucho menos disimulados que los que había hace algunos años-, comparado con lo que vivimos en Argentina siguen siendo hechos muy esporádicos. En Barcelona hay muchos robos (de nuevo, menos que en Argentina) perpetrados por descuidistas: te abren la mochila, te sacan el celular, volvés y ya no está tu bicicleta; cosas así. Es muy raro que te des cuenta del robo, los asaltos son MUY poco comunes y no existe eso de que los delincuentes anden con armas de fuego.
Durante los dos años que viví en Barcelona siempre me sentí completamente segura de día, en todos los barrios. Pero sí evitaba andar sola de madrugada por las zonas más desoladas o por los barrios donde más personajes de la noche hay, como el Gótico y el Raval.
En España también estuve sola en Madrid y en Valencia y mi experiencia fue bastante similar a la de Barcelona.

En Londres suelo alojarme en el centro y salir a caminar sola por el West End hasta pasada la medianoche. Mientras haya algo de gente alrededor, autos y algún bar abierto, me siento segura. No me pondría a caminar a las 2 AM por un barrio oscuro y silencioso, pero eso no lo haría en ningún lado. Tampoco voy a lugares que estén en las afueras de la ciudad y alejados de centros comerciales. Esas excursiones a la casa de Freddie Mercury en un barrio perdido y desierto a 3 km del aeropuerto las dejo para cuando viajo acompañada.
En Londres sí hay asaltos, algunos violentos, pero no suelen darse en la zona céntrica y turística de la ciudad sino en barrios más alejados y por lo general de noche (repito una y otra vez, esto es MUCHO menos frecuente que en Argentina). Si andás de día por la Zona 1 (la zona central de la ciudad y donde se encuentran la mayoría de las atracciones ) vas a estar super segura. Londres es la capital mundial de las cámaras de seguridad y suele haber mucho control policial, y ahí con la policía no se meten.
Como en Barcelona, en Londres hay MUCHOS borrachos y muchos chiflados dando vueltas. Pero por lo general están en el West End (donde me gusta andar a mí) y no suelen pasar de darte charla o algo así. Yo jamás tuve una situación rara con ninguno.
En invierno anochece muy temprano, tipo 4 de la tarde. Esto no cambia nada. Mientras haya gente, andar por la Zona 1 sigue siendo seguro.

Bueno… Francia. Ahí es donde menos segura me siento y en donde más recaudos tomo. París no me parece una ciudad muy amigable de noche, y salvo lugares donde sé que va a haber luz, gente, vigilancia, etc., no suelo salir después de las 8 o 9 PM. De día, por los barrios más “lindos” y turísticos suelo andar totalmente tranquila y despreocupada. París también tiene zonas bastante fuleras donde no me metería ni sola ni acompañada, pero yendo de viaje raramente tengas motivo para ir por ahí.

Y Francia también es el hogar de Marsella, la ciudad europea en la que menos cómoda me sentí. Sabía que era una de las ciudades con más fama de peligrosa e insegura del continente, y después de pasarme un buen par de semanas leyendo opiniones, notas y rankings al respecto fui preparada para lo peor.
En mi primera noche en la ciudad, dos borrachos distintos y con 20 minutos de diferencia ya se me habían acercado para gritarme en francés. Todavía ni siquiera había llegado al hostel. Todo después de eso fue sentirme como Mi Pobre Angelito en Nueva York (en el Central Park de noche, mejor dicho). Pasé dos semanas más en Marsella y me limité a prácticamente solo salir de día; por lo general a las 6 de la tarde ya estaba en el hostel cenando y mirando series, y si salía era solo a lugares concurridos. No volví a vivir una situación como las del primer día. Mi intuición, apenas llegué, me hizo sentir insegura y alerta en esa ciudad, y creo que hice bien en escucharla.

En Milán recuerdo haberme sentido bastante segura y haber tomado solo los recaudos básicos que tomo en cualquier otra ciudad.


Algunos de los recaudos que suelo tomar:

No querer ahorrar sacando pasajes en horarios raros. Una vez saqué un pasaje para irme de París en tren a las 7 AM en pleno invierno. Lo que se no me ocurrió pensar es que iba a tener que salir del hotel a las 6 AM y caminar y tomar el metro antes de que amaneciera. Cuando me di cuenta, ya de solo pensar en esa escena me agarraba ansiedad, así que terminé cambiando el pasaje, y obvio, pagando más.
Al momento de sacar un pasaje siempre tener en cuenta a qué hora vamos a tener que salir o llegar, y si vamos a tener buen transporte.
Buscar un alojamiento con ubicación céntrica, en una zona transitada y cerca del transporte público. Los hoteles y hostels más alejados de las zonas céntricas suelen ser más baratos, pero ahí hay que empezar a considerar qué onda esa zona de noche, cuánto vas a tener que caminar hasta el transporte y si va a haber gente o no alrededor. Cuando viajo sola la buena ubicación del alojamiento es prioridad. No vale la pena ahorrar en esa tranquilidad.
Darle bola a tu intuición. Si un lugar no te da confianza para andar sola, no lo hagas. Si tenés dudas sobre una zona preguntá en tu alojamiento; los que te atienden son locales y tienen contacto diario con visitantes. Saben bien si un lugar puede ser peligroso o no para vos. No busques en internet; ahí todos van a decir cosas contradictorias, van a tener parámetros distintos al nuestro y vas a terminar entregándote al pánico.
Buscar compañía para ciertas excursiones. Si querés hacer una excursión a un mirador alejado, a un parque muy grande, o a cualquier lugar un poco desolado, buscá compañía en el hostel. No hace falta entrar en la paranoia de que te vas a cruzar con un asesino serial; te puede bajar la presión, te podés desorientar, te podés torcer un tobillo o te podés resbalar y lastimar durante algún hiking. Estando acompañada no son cosas graves, pero sola y sin gente alrededor se puede complicar.
Cuando estás en un hostel y empezás a mencionarle a otros que querés conocer un lugar es muy común que se interesen y puedan organizar ir juntos. La mayor parte de la gente que va a hostels está sola y también agradece la compañía. No tienen por qué hacerse mejores amigos, ambas partes saben que es mejor hacer esa excursión con alguien más y nadie te va a ver como una loca si le pedís sumarte o le ofrecés acompañarte a una.
Descargate un mapa offline de la ciudad. Así aunque no tengas wifi ni datos vas a poder estar siempre orientada.
Compartí con tu familia o amigos la información de dónde estás y tenelos más o menos al tanto de cuáles son tus planes para ese día. Tranquilidad para ambas partes.
• Ya lo dije varias veces más arriba, pero me parece clave: si hay turistas y locales alrededor, VAS A ESTAR SEGURA. Si estás dentro del transporte público también vas a estar segura. El momento de vulnerabilidad puede darse estando sola-SOLA. Es eso lo que hay que tratar de evitar, no te preocupes mucho por lo demás.

Espero no haberles quemado la cabeza con tanta charla y espero que se entienda la idea principal de este post; que viajar sola por Europa para mí es muy seguro. Si les dije todo lo que les dije es para que sepan con qué encontrarse y para que tengan los recaudos básicos para estar tranquilas y disfrutar de su viaje. Recorrer Europa sola para mí fue y es una experiencia increíble a la que agradezco haberme animado. A veces todavía me cuesta creer lo fácil que aprendí a moverme por ahí sin la ayuda de nadie. No se pierdan eso.
¡Si les quedaron dudas o preguntas, o tienen algún tip para agregar, pueden dejarlo en los comentarios!


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