Ustedes me van a disculpar pero después de este viaje me he convertido en una evangelizadora de Disneyland Paris. Hace 25 años mi hermano se ganó un viaje comiendo helados Frigor y fue así como conocí Walt Disney World en Orlando. Me gustó, pero fui en esa edad adolescente hater en la que todo te da vergüenza y los juegos, la diversión y Disney en general “son para chicos”. Sabía que de más grande podría disfrutarlo más, pero la verdad es que irme hasta Orlando para ir a Disney es algo que personalmente nunca me llamó, y a pesar de que muy cerca de París -ciudad que visité varias veces- había otro Disney, siempre tuve la idea de que visitarlo iba a ser algo muy caro, que el transporte hasta allá sin auto iba a ser imposible, y que no era algo que podía hacerse desde París ida y vuelta en el día.
Bueno, este año por suerte descubrí que viví equivocada respecto de todas esas cosas. Después de 25 años el 2022 finalmente fue el año del “¿por qué no?” y con mi hermano decidimos volver a Disney siendo adultos. Realmente para las que solemos viajar por Europa este Disney es un golazo. Quienes visitaron todas las sucursales del parque suelen decir que este, aunque no es el más grande, sí es el más lindo. Toda la magia de Disney a 40 minutos de París. Lo mejor de dos mundos.
Es nuestro caso el viaje fue especialmente a Disney y en plan low cost. Si bien pasamos algunas horas en París, todo estuvo organizado en función de la visita al parque y con la idea de hacer un viaje corto y gastar poco. Acá yo voy a contar mi experiencia y dar mis recomendaciones pero cada una tendrá que adaptar eso al tipo de viaje que quiera hacer.

La calle principal con la entrada al parque de fondo.
Nosotros fuimos desde Barcelona a París en el TGV, el tren de alta velocidad. El viaje dura unas 6 horas y el precio varía según la temporada pero suele moverse entre los €40 y los €120 por trayecto (para el 29 de junio lo pagamos €79). El tren sale de la estación de Sants de Barcelona y llega a la Gare de Lyon de París.
Para la vuelta los pasajes estaban en su precio máximo de €120 así que decidimos ir en tren de París a Lyon, pasar una noche ahí y conocer la ciudad, y después volver desde ahí a Barcelona en bus. Incluyendo la noche de hotel, todo eso nos salió más barato que el pasaje de tren directo a Barcelona. Lamentablemente no fue una buena idea y vivimos una situación bastante olvidable en el bus. El avión para nosotros no es una opción porque no nos gusta volar y lo evitamos a toda costa, pero si no tienen drama con eso, siempre es más barato que el tren y más conveniente y seguro que el bus.
Aunque hay hoteles dentro del recinto de Disneyland Paris, no suelen ser económicos, y menos en la temporada de verano. Por eso elegimos alojarnos en París y trasladarnos desde ahí a Disney. Nos alojamos en el Saint Georges Lafayette en la zona de Montmartre, un hotel sencillo, económico y recomendable si no vas con mucho equipaje. Pagamos €77,80 la noche por la habitación doble.
La llegada a París fue cerca de las 4 de la tarde y nos dio tiempo para instalarnos, pasear un poco, cenar y acostarnos temprano. Disney es muy demandante físicamente así que no recomendaría ir directo ni del aeropuerto ni de la estación de tren. Y tampoco ir medio día después de haber pasado el otro media día recorriendo otro lugar. La idea es dedicarle al menos un día entero y llegar fresquita.
Cómo llegamos a Disneyland:
Contrario a lo que me temí durante años, llegar a Disney desde París es rápido, sencillo y muy barato. Se hace en la línea de tren regional RER A, que pasa por varias estaciones centrales de la ciudad, como Charles de Gaulle – Étoile (la del Arco de Triunfo) y Gare de Lyon. El pasaje cuesta €5 por trayecto y el viaje dura unos 40 minutos, dependiendo de dónde se salga. La estación de Disney es Marne-la-Vallée, que no solo es la última del recorrido sino que en todos los diagramas de tren está marcada con un ícono de Mickey. Imposible perderse. Y por si fuera poco, el tren te deja literalmente en Disney. Cruzás el molinete y ya ves la entrada al parque a menos de 100 metros.
En la primera foto pueden ver cómo estaba el parque cuando llegamos; bajo la lluvia. Todo eran ponchos de plástico y zapatillas mojadas.
Las entradas al parque:
En Disneyland Paris los parques son dos: Disneyland Park (el equivalente de Magic Kingdom, el más clásico) y Walt Disney Studios Park (el de las películas, más estilo Hollywood). Para cada uno se paga por separado. En nuestro caso, el que realmente nos interesaba era el clásico: Disneyland Park. E ir a los dos nos hubiese casi que duplicado el presupuesto del viaje, así que decidimos ir solo un día a un parque.
Las entradas se ponen a la venta en la página oficial de Disneyland Paris con entre 6 y 3 meses de anticipación, dependiendo de la temporada. Los precios también dependen de la temporada: los fines de semana y durante los meses de verano los precios suben, y en invierno y entre semana son más bajos. Los precios son fijos y pueden verlos en la página marcados por códigos de color; no es que me meto hoy y el precio es uno, y mañana desde otra computadora es otro (como pasa con los pasajes). Si hoy estás viendo un precio para marzo del año que viene, muy probablemente ese precio se mantenga. Los precios también varían según cantidad de días; si vas 4 días, el acceso promedio por día va a ser más económico que si vas un solo día.
En este momento, los precios más baratos para un solo parque un solo día empiezan en los €62 y llegan hasta los €99, dependiendo de la fecha. Si quieren visitar los dos parques, los precios empiezan en €81 para el mes de enero. Estas tarifas son para la opción más económica; la de los tickets con fecha. Si quieren un ticket abierto para ir en la fecha que ustedes quieran, son bastante más caros. También hay combos de ticket más alojamiento dentro del recinto. Es meterse en la página y buscar la mejor opción para cada una. Realmente el sitio de Disneyland Paris es muy fácil de entender y de usar.
La entrada incluye el acceso a todas las atracciones. Una vez adentro, salvo que quieras comprar algo o comer, no hay necesidad de pagar nada. Sí hay algo que se llama “fastpass”, que se paga aparte y que te permite evitar ciertas colas para las atracciones, pero es un gasto extra en el que en mi caso no me interesó entrar (aparte de que me resulta medio complejo de entender su funcionamiento).
Comer en Disneyland:
Dentro del parque hay varias opciones para comer, pero además -mucha gente no lo sabe-, se puede entrar comida y bebida. Si elegís comer ahí hay distintas categorías de restaurantes: los que tienen servicio a la mesa, los estilo “fast food”, y los al paso. Los más formales, los de servicio a la mesa, normalmente requieren reserva previa. En los más populares de hecho recomiendan reservar con semanas de anticipación. Obviamente los precios son altos (precio de restaurant europeo más el “sobreprecio” propio de Disney). A nosotros no solo no nos interesaba entrar en ese gasto, sino que tampoco queríamos comprometernos a cumplir horarios.
Después de leer varias reseñas de expertos en Disneyland Paris, elegimos ir a comer a Au Chalet de la Marionnette, el restaurant tipo “fast food” de Pinocchio. Pedís en la caja, te sirven y buscás mesa. Tipo McDonald’s. El lugar en sí es muy amplio y -si bien caótico- es lindo y está ambientado como una taberna alemana (ya sé que Pinocchio no es alemán. No pregunten). El día que fuimos, a la hora del almuerzo nos tocó lluvia. Así que fue el refugio perfecto y me pareció la mejor opción para parar un poco y reponer fuerzas. Comer al paso o llevarse algo encima puede ser un poco más barato pero, al menos para mí, vale la pena darse el gusto de comer tranquila y hacer un corte.
El menú: se puede pedir el menú completo o solo un plato principal con papas fritas. Tienen pollo, hamburguesa veggie, salchicha alemana y menú infantil. Nosotros pedimos solo el plato con papas porque ya teníamos bebida. Pagamos cada uno €13.
Más o menos el sistema y los precios se replican en todos los restaurantes de categoría similar. Hay pizzerías, comida africana, barbacoas, panchos y demás. Eso sí; casi toda la comida más económica del parque es “comida chatarra”, y la opción vegetariana, vegana o sin gluten es realmente mínima. Vayan mentalizadas de que es un día para comer “mal”, o vayan equipadas de afuera si no quieren pagar un restaurant de los caritos.
También hay muchas cafeterías y venta de cosas dulces. Nosotros solo pedimos un té a la tarde y lo pagamos €3,30. La cena preferimos hacerla a la vuelta en París (en un McDonald’s de Champs Elysees, para seguir con la onda).
En la página oficial de Disneyland Paris tienen el menú de todos los restaurantes del parque, ideal para elegir con tiempo a cuál ir y tener una idea de los precios.

Au Chalet de la Marionnette -el lugar donde comimos- por dentro. Foto de la página oficial de Disneyland Paris.
El clima:
El clima de París puede ser bastante caprichoso y por ende esta versión de Disney se rige bajo esas reglas. No es Orlando ni Los Ángeles. Acá las lluvias son algo cotidiano y el frío te puede sorprender cualquier día del año; invierno o verano. Yo fui el 30 de junio y en cuanto a clima tuve bastante mala suerte: me tocó lluvia hasta las 3 de la tarde y frío de buzo, campera y piloto (sudadera, chaqueta y chubasquero, si me leen en España). La visita la terminé disfrutando muchísimo pero no voy a negar que fue bastante incómodo ese clima. Incluso durante la lluvia muchas atracciones al aire libre estaban clausuradas. Que toque un día así es una posibilidad. Lo mejor que se puede hacer es no confiarse, ir siguiendo el pronóstico, e ir bien preparadas en caso de que pase lo peor; pares de medias extra, botas de lluvia, poncho, ropa impermeable. Piensen que pueden llegar a pasar más de 12 horas ahí, y les aseguro que la combinación lluvia-frío no fue divertida. Obviamente adentro de Disney venden de todo para hacerle frente al clima, pero los precios son menos divertidos que la lluvia. Y no tengan miedo ni vergüenza de ser unas ridículas en cuanto a ropa; en Disney nadie es ridículo y lo importante es estar cómoda y pasarla bien.
Después de esta visita quedé con muchas ganas de volver a Disneyland Paris en época navideña, pero la verdad es que no sé si me gustaría estar haciendo colas a la intemperie durante el invierno parisino. Este Disney tiene muchos pros, el clima no es uno y lo mejor es tenerlo en cuenta y planear acorde.
En la primera foto, una de las dos galerías techadas laterales a la calle principal. Se construyeron especialmente para refugio de la lluvia sabiendo que en los alrededores de París iba a ser muy necesario. En la tercera foto, uno de los restaurantes más caros del parque, con visita de los personajes incluida.
¿Se puede disfrutar de Disneyland Paris si no te gustan las atracciones extremas?
Sí. Ni a mí ni a mi hermano nos gustan las montañas rusas ni los juegos donde hay caídas bruscas. Yo no me subo a ninguno bajo ninguna circunstancia. Pero otra cosa que mucha gente no sabe es que en Disney, especialmente en Disneyland Park, no hay muchas de estas atracciones. Las extremas son tres: Big Thunder Mountain, Star Wars Hyperspace Mountain, e Indiana Jones and the Temple of Peril. Todo lo demás es apto para las más tranquilas. Y es realmente MUCHO. Mis atracciones favoritas fueron Piratas del Caribe y Phantom Manor, la casa embrujada. Son las más inmersivas y las mejor logradas.
Otra cosa que vale destacar es que, para mí, en mis dos visitas lo más lindo de Disney me pareció todo lo que rodea a las atracciones más que ellas en sí: la estética, la buena onda, la magia, la ambientación. Incluso sin entrar a ningún juego la pasaría genial. Solo estando ahí. En otros parques el mayor valor lo dan los juegos. En Disney no.
¿Vale la pena ir después de los 30 y sin chicos?
Sí. Sin dudas. Todos somos chicos en Disney. Esa es la gracia. Si te gusta lo relacionado al mundo de Disney o si de chica soñabas con visitarlo, vas a disfrutarlo muchísimo. Y me parece que lo importante acá es ir dispuesta a dejarte llevar y a jugar el juego, sin pudor, sin vergüenza y sin pensar “qué van a decir de mí”. Por eso creo que a veces lo podemos disfrutar más de grandes que por ejemplo en la adolescencia. En Disney no existe ser un ridículo. Todo es válido. Nadie te mira mal. Nadie piensa que estás muy grande para nada. ¿Te querés subir sola a un juego para bebés? Adelante, señora. De hecho me lamenté por no comprarme las orejas de Minnie para andar por el parque como Dios manda (costaban €23 y excedían mi presupuesto low cost). Hasta hice 40 minutos de cola bajo la lluvia para sacarme una foto con Mary Poppins y decirle que la amaba (sí, ya sé que es una actriz y no la real, pero acá todos nos creemos un poco la magia. O queremos hacerlo).
Lo único que sí noté, volviendo 25 años después, es que las atracciones más clásicas de Disneyland Park en 2022 resultan muy anticuadas, mecánicas y hasta demasiado “ingenuas”. Muchas, como la de Blancanieves, la de Peter Pan y la de Pinocchio, son atracciones que se mantienen iguales hace más de 40 años. Hoy parecen juegos de una feria de pueblo y un poco tonta me sentí haciendo tanta cola para ver unos robots mal aceitados de los enanos de Blancanieves cantándole al príncipe. Si quieren algo más digital y más moderno, el Walt Disney Studios Park está hecho más en ese estilo, con muchos juegos de Toy Story, Nemo y Cars. Pero yo personalmente quería los personajes y los juegos de mi infancia, por más vintage y rancios que fueran.
La señora disfrutando más de Disney que cuando fue siendo chica y no quiso saludar a ningún personaje.
Lo mejor de la visita
Sin dudas EL momento del día para mí fue el gran final: un show de luces, aguas danzantes, drones, fuegos artificiales y hasta bolas de fuego al son de los temas más clásicos de Disney. Escuchar la canción de La Cenicienta o de El Rey León con semejante despliegue visual sobre el castillo de La Bella Durmiente realmente te pone la piel de gallina. Disney te tira la casa por la ventana en el cierre perfecto para un día lleno de la magia de la infancia.
Mucha gente empieza a ubicarse hasta dos horas antes para tener un lugar privilegiado. Para mí no vale la pena; son dos horas que perdés cuando podrías estar recorriendo el parque, y el espectáculo está hecho para que justamente puedas verlo bien desde lejos. Yo busqué un lugar bastante sobre la hora y realmente vi y disfruté de todo sin problemas. Durante el verano el show final es a eso de las 22:30, seguido por el cierre del parque a las 23. En invierno se cierra mucho más temprano y el show final es alrededor de las 18.
Si, como yo, hace tiempo que tenían ganas de visitar Disney pero el de EEUU les queda muy trasmano, el de París es la oportunidad perfecta de tener la experiencia de viajar por Europa e ir a Disney a la vez. Es realmente una pena tenerlo tan cerca de algunos viajes que hacemos y no visitarlo.
Y si hasta acá no logré convencerlas, les dejo este video con la grabación entera del show final que vi. Si esto no las llena de ganas de conocer Disneyland Paris, yo ya no sé.

El show final. Para caerse desmayada y no querer irse más. Foto de la página oficial de Disneyland Paris.
La vuelta:
La vuelta la hicimos en el mismo tren RER A en el que llegamos. Obviamente está todo coordinado para que el último tren salga luego del cierre del parque. Nosotros fuimos directo temiendo perderlo, pero una vez sentados estuvimos cerca de media hora hasta que finalmente arrancamos. Evidentemente la idea era no dejar a nadie atrás. Llegamos a la estación Arco de Triunfo a eso de la 1 de la mañana.
Tips útiles:
La compañía: si bien soy de alentar los viajes en solitario, personalmente Disney no me parece un lugar que se disfrute sin compañía. Si estás viajando sola y querés ir, podés ir con algún compañero de hostel o de Air Bnb, algún conocido, quien sea; no hace falta ser mejores amigos, es solo para hacerse compañía. Y si de todas formas querés ir sola, hay gente que lo hace y nadie te va a mirar raro.
Bajarse la app: la app de Disneyland Paris tiene toda la información que necesitás el día de tu visita en tiempo real; tiempo de espera en cada atracción, lista de atracciones abiertas, qué personajes están en cada lugar y de cuánto es la espera para saludarlos, y horarios de shows, desfiles y espectáculos. A nosotros nos ayudó muchísimo a organizarnos y sacarle el jugo a las horas que tuvimos entre que paró la lluvia y cerró el parque: mirábamos qué atracción de las que habíamos marcado como favoritas tenía poca espera, y ahí derechito íbamos. Algunas atracciones cierran temprano o están temporalmente cerradas, todo esto van a poder verlo en la app.
Evitar los fines de semana y la temporada alta: no solo estas fechas son las más caras para visitar Disneyland, sino que la afluencia de gente es enorme y la espera para las atracciones puede ser eterna. Nosotros un jueves 30 de junio lluvioso hicimos un promedio de 25/30 minutos de cola para cada atracción. No quiero imaginar lo que será eso un fin de semana lindo de agosto. Yo lo evitaría a toda costa. La primavera y el otoño me parecen los mejores momentos para ir. Y en cuanto a días, de martes a jueves es cuando hay menos gente; los lunes y viernes suele haber más congestión por la cercanía con el fin de semana. Y si son valientes y no le temen al frío parisino, en enero y febrero van a conseguir los mejores precios y las esperas más cortas. La contra es que el parque cierra varias horas más temprano, pero al tener menos esperas el tiempo rinde un poco más.
Si tienen la posibilidad, alójense en el parque: cuando visité el Disney de Orlando hace 25 años, gracias a Frigor nos alojamos dentro del parque. Y no tiene precio (bueno, sí, lo tiene y a veces es alto, pero en temporada baja se consiguen promociones). Tenés transportes que te llevan del hotel a los parques, aprovechás al máximo el tiempo, y también muy importante, “mantenés la magia”. Si bien disfruté muchísimo de mi visita, a la hora de terminado el show de luces estaba esperando un bus en París rodeada de gente sospechosa. Y me terminé acostando a las 3 de la mañana. De alojarme dentro del parque, a las 23:30 ya hubiese estado en el hotel sin cortar con la onda Disney. Quienes se alojan en el recinto también pueden entrar al parque una hora antes del horario de apertura general. Me gustaría volver a Disneyland Paris en unos años, y de hacerlo intentaría alojarme ahí mismo.
Conozcan un poco el parque de antemano: si bien está bueno no spoilearse todo y guardar un poco el misterio para que la visita sea lo más sorprendente posible, sirve tener una idea de qué atracciones y espectáculos hay disponibles. Esto no solo evita que estés dando vueltas por el parque como bola sin manija sin saber qué hacer o qué ver, sino que evita que te pierdas de alguna atracción por no saber que existía. Con mi hermano vimos muchos videos de esta Youtuber especializada en Disneyland Paris. Eso nos ayudó mucho a ir preparados y aprovechar el día de visita al máximo.
Evitar la hora pico del almuerzo: si van a comer en alguno de los restaurantes del parque, eviten la hora pico de los europeos, que suele ser entre las 12 y las 13. Si almuerzan después de las 14 van a tener menos espera y conseguir mesa más fácil.
No se pierdan el momento haciendo fotos y videos: y se los dice una fotógrafa. Por culpa de la fuerte lluvia que nos tocó toda la mañana decidí dejar la cámara en el hotel. Y no saben cuánto lo agradezco. Con el celular no me habré llevado las mejores fotos pero realmente lo poco que saqué (y sinceramente lo hice así nomás) me es suficiente para recordar el momento. Especialmente el show final: es muy difícil hacer buenas fotos o videos de ese momento, ¿y para qué? Internet está lleno de filmaciones hechas por profesionales que van a ser mucho más lindas de ver después. Disfruten ese momento sin preocuparse por inmortalizarlo en el celular.
¡Creo que cubrí todo! Gracias por leer hasta acá y espero que toda esta información les sirva y les haya dado ganas de visitar Disneyland Paris. ¡Si quedó alguna duda pueden dejarla en los comentarios!
Si te gustó este contenido y te sirvió la información podés ayudarme a seguir creando donando el equivalente a un café o té en el botón de abajo. ¡Muchas gracias por tu apoyo!
