Actualización: después de haberme alojado en 2022, en junio de 2024 volví a quedarme en esta residencia. Acá el post original de 2022 actualizado con nueva info.

Si hay algo que me duele es pagar alojamiento en Barcelona. Y no solo eso, tampoco me causa gracia alojarme en un hotel. Viví dos años en la ciudad y en todas las veces que la visité fuera de esos años me quedé en casas de familiares o amigas. Mi relación con la ciudad siempre fue muy “local”, así que la idea de por primera vez tener que ir a un hotel y que me recibieran con un mapa y descuentos para las atracciones de Gaudí me atormentaba. Los precios del alojamiento en Barcelona tampoco contribuyen mucho. Y que en junio la ciudad poco más que explote de turismo de todo el mundo, tampoco.
Fue una combinación entre no querer ir a un hotel y ver precios altísimos la que hizo que encontrar alojamiento para dos personas para esta parte del viaje fuera la más difícil.
Consideramos alquilar un departamento por AirBnb, pero Barcelona no es una buena ciudad para hacerlo; los precios por noche, especialmente en verano, generalmente son los mismos que en un hotel.

Después de muchos días de búsqueda me llegó la recomendación de Resa Inn; una cadena de residencias universitarias con edificios en varias ciudades de España, muchos de ellos en Barcelona. El precio nos resultó mucho más amigable que un hotel, y el estilo de alojamiento mucho más local.
Al momento de la reserva, tres meses antes de la estadía, la gran mayoría de las residencias que tienen en Barcelona no tenían disponibilidad. Nos decidimos por la sucursal Torre Girona, en el barrio de Pedralbes, porque era la única disponible con cocina y heladera dentro de la habitación. Nos alojamos 7 noches y pagamos €79,20 la noche por la habitación doble.

*En junio de 2024 el precio de la misma habitación fue de €91,80 la noche.

La zona era muy linda y tranquila aunque no la recomendaría para un primer viaje. Pedralbes es un barrio lleno de caserones y famoso por su alto poder adquisitivo, pero absolutamente residencial. No hay muchos supermercados y ni hablar de conseguir algo abierto a la noche. A 850 metros está la estación Palau Real del metro y dos líneas de colectivo que te conectan con el centro en unos 25 minutos. A 20 minutos caminando también encontrás el shopping L’illa Diagonal y varios locales de ropa y lugares para comer. Es una buena ubicación si se está en plan viaje relajado más que 100 por ciento turismo.

La habitación era muy amplia, con mucho espacio de guardado y muy luminosa. En términos generales estaba muy limpia y en buenas condiciones. A excepción del sillón, cuya tela llena de manchas se notaba que había visto mejores épocas.

Lo que sufrimos bastante fue el calor que hacía ahí adentro porque las persianas son de metal y en nuestra habitación el sol pegaba directo la mayor parte del día. Tuvimos que dejar prendido el aire acondicionado durante la noche para poder dormir bien. Normalmente no somos de usarlo pero acá realmente fue imposible: el calor de la habitación era insoportable. *En 2024 nos dieron una habitación que daba al contrafrente y ya no tuvimos el problema del sol directo ni del calor extremo.

La cocina tenía algunas ollas y cosas para cocinar, pero nosotros casi que lo único que usamos fue la heladera.

A partir de 2024 comenzaron a incluir en la tarifa un servicio de desayuno do it yourself: se retira una canastita por persona por día en recepción que contiene una botellita de agua, una de leche, jugo, tostadas, saquitos de té, café instantáneo, copos de maiz y madalenas.

Suficiente espacio de guardado para no tener las valijas dando vueltas por ahí.

El baño estaba muy bien: lindo, moderno y cómodo. A pesar de ser una residencia universitaria y no un hotel había suficientes toallas y productos de tocador.

Acá tuvimos el mismo problema que tuvimos con los baños de muchos hoteles en distintas ciudades europeas; el olor a cloaca. En ciudades con redes cloacales antiguas suele ser un problema común, no solo en hoteles sino en casas particulares. Realmente no observé ni falta de limpieza ni de mantenimiento como para considerarlo un problema de la residencia.

El pasillo hacia la habitación.

La recepción de la residencia: abierta las 24 horas.

El edificio tiene una lavandería con varios lavaropas y secarropas que puede usarse comprando fichas en la recepción. También hay una sala común con sillones y pantalla gigante.

El servicio de limpieza funciona solo de lunes a viernes, pero en caso de necesitarse toallas extra o papel higiénico puede pedirse en recepción.

En cuanto al wifi, realmente tienen un sistema muy engorroso para conectarse en el que hay que entrar a la página de un tercero y registrar cada uno de nuestros dispositivos creando un usuario y una contraseña. Yo nunca logré conectar mi computadora, así que durante toda la estadía tuve que compartirme datos con el teléfono para poder usarla. Una vez que lográs (si lo lográs) conectarte, el wifi anda normal, pero si simplificaran el asunto la experiencia en Resa Inn sería aún mejor.

La entrada a la residencia con los paneles de metal que convertían la habitación en un horno.

¿Volvería a alojarme ahí? Sí. Ahí o en otra de sus sucursales. Me parece que tienen buenos precios y me gustó ese ambiente un poco más “local” que un hotel turístico. También lo voy a tener en cuenta de hacer alguna estadía más larga y en solitario en Barcelona; me resulta cómodo para tener una rutina ahí y personalmente me parece más confiable y seguro que un AirBnb. *Actualización 2024: volví a alojarme en esta residencia y sigo eligiéndola. De hecho esta en estadía nos gustó aún más que en la anterior.

¿La recomiendo? ACLARACIÓN IMPORTANTE: esto no es un hotel, es una residencia universitaria, por lo que es clave respetar el espíritu del lugar. En el apartado de algunos de los edificios de Resa Inn aclara que es obligatorio presentar algún documento que te acredite como parte de la comunidad educativa, aunque esta residencia no es el caso y especialmente en verano, cuando no hay clases, saben que reciben huéspedes más bien en plan turístico. Sin embargo me parece que no es un lugar para ir en familia, ni con chicos, ni con personas mayores que no encajen mucho en el target de la residencia. Y ni hablar de ir en plan “joda”. No es un hostel.

Si entran dentro del perfil de los huéspedes de Resa Inn, adelante. Me parece una excelente opción sobre todo para estancias de varios días y en plan “local”.

Si es su primera visita a Barcelona, Resa Inn tiene ubicaciones más céntricas que resultan más cómodas para recorrer y aprovechar la ciudad. Yo no recomendaría este barrio para alojarse en un primer viaje por su distancia con el centro histórico, con el transporte al aeropuerto, y con la mayoría de las atracciones de la ciudad.


Les dejo el link a la página oficial de Resa Inn, desde donde se hacen todas las reservas para todas sus sucursales.

¡Espero que les haya servido la reseña! Y si quieren algunos tips para tener en cuenta a la hora de buscar alojamiento, acá tienen un pots sobre mis métodos y páginas favoritas.


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