Uno de mis hoteles favoritos en este viaje por Euskal Herria. El Hotel Trueba un hotel boutique de un solo piso y muy pocas habitaciones que, si bien técnicamente es considerado un dos estrellas, tiene fácilmente la comodidad de un hotel de tres, y el estilo y la decoración de uno de cuatro. Acá la reseña honesta de mi estadía.
Nuestra habitación superior con balcón era super luminosa y la cama era amplia y cómoda. Aunque no es una habitación particularmente grande, había espacio suficiente para el equipaje y para movernos tranquilamente. Un detalle que nos gustó mucho fue que había una heladerita con bebidas de cortesía: botellas de agua y latitas de Cola-Cola y de Nestea. Eso no se encuentra fácil en la mayoría de los hoteles, y menos en uno de categoría media, así que ahí el Hotel Trueba se ganó unos puntitos más.
La decoración de la habitación tenía mucha onda: moderna pero elegante. Fue lo que me hizo elegir el hotel cuando lo vi en Booking y realmente en persona cumplió con lo que se veía en fotos.
El baño era amplio, incluía productos de tocador bastante buenos (no esos sachets misteriosos que dicen “jabón/shampoo/crema de enjuague” todo en el mismo líquido) y secador de pelo. La limpieza tanto del baño como del dormitorio estuvo totalmente correcta.
La recepción del hotel solo funciona hasta las 15 horas, pero al hacer el check in te dan un número de teléfono al que comunicarte en todo momento por cualquier inconveniente en caso de que no haya nadie en recepción. Al llegar nos indicaron las atracciones principales de la ciudad, nos dieron algunos tips sobre dónde comer pinchos (y qué pinchos pedir) y nos esperaron con el aire acondicionado de la habitación prendido. La atención que recibimos fue muy cálida y sumó mucho a la experiencia.
El wifi era sencillo para conectarse y anduvo perfecto toda la estadía.
La ubicación es muy buena: en pleno barrio de Gros, el barrio de moda, a menos de 10 minutos caminando del centro moderno de la ciudad y de la playa de la Zurriola, y a menos de 15 del centro histórico. Todo lo que hicimos en la ciudad lo hicimos caminando, sin necesitar de transporte público.
En las áreas comunes había libros para tomar prestados, una pequeña sala con cafetera, pava eléctrica y tés para elegir, y un salón comedor muy bien ambientado para sentarse. Estas instalaciones podían usarse libremente a cualquier hora y me parecieron un enorme plus para quienes extrañamos el tecito incluido típico de los hoteles británicos.
¿Precio? Como dije, San Sebastián es una ciudad cara para alojarse, especialmente durante el verano. Nosotros pagamos €128 por noche por la habitación doble económica con balcón y conseguimos una promo para hacer upgrade a la categoría siguiente. Por un hotel de dos estrellas el precio es un poco alto, pero teniendo en cuenta las tarifas de San Sebastián no es ninguna locura.
El Hotel Trueba pertenece a un grupo que tiene varios hoteles en la ciudad y definitivamente volveríamos a considerarlos para una próxima visita.
Pueden verlo en Booking.com en este link (no afiliado).
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