En mi última visita a la ciudad, en junio pasado, me hospedé en el hotel The Villa Kensington en la zona de South Kensington. Acá va mi reseña honesta de la experiencia.

La estadía fue entre el 8 y el 15 de junio de 2022 y la reserva la hicimos por Booking.com con unos 80 días de anticipación. Junio en Londres ya se considera temporada alta; los meses más caros para alojarse en la ciudad son los de verano y la época de navidad. Por eso el precio que ofrecía este hotel en ese momento y con esa anticipación -que no era tanta- nos pareció bastante económico. Pagamos €100,52 por noche la habitación doble, una tarifa que para Londres es mejor atraparla antes de que se escape.

En Booking el hotel tenía un puntaje de 7,7. Lo cual me parece bien, y más para una ciudad en la que una un poco tiene que bajar las pretensiones porque si no los precios serían impagables. En otras ciudades puedo ponerme más exquisita pero en Londres con tener un lugar bien ubicado y limpio estoy conforme (al reservar hoteles suelo descartar todos los que estén por debajo de 7,5 en Booking).

Las fotos al hacer la reserva nos parecieron bien; se veía bueno, bonito y barato. Y de todos los alojamientos que reservamos para este viaje es al que más fe le teníamos. Pero al llegar nos fuimos encontrando con detalles que era imposible ver en las fotos.

La ubicación del hotel era muy buena; a una cuadra de la estación de metro Gloucester Road y a 800 metros de la zona de los museos de South Kensington. A menos de 200 metros teníamos muchos lugares para comer, cafés, un Tesco, un Waitrose, un Boots y un pub. La zona está llena de hoteles y realmente la recomiendo.

A primera vista la habitación nos pareció bien. Tenía vista a la calle y era muy luminosa. El amoblamiento se notaba bastante antiguo y nos dio la impresión de un hotel que hace 25 años tal vez estaba topísimo pero después no volvió a renovarse mucho. Si bien no me parece algo grave, lo menciono porque en las fotos de Booking no se notaba tanto y nos llamó la atención al llegar. En las fotos parecía un lugar mucho más moderno y en buen estado, en la realidad se veían varios detalles descuidados y faltos de mantenimiento.

_{Las fotos las sacamos con nuestras cosas desordenadas y no tienen edición. Son reales – reales.}

_{Despertarse con el croar de los cuervitos de la plaza de enfrente no tenía precio.}

Al momento de reservar no había habitaciones con cama doble disponibles, por eso las camas separadas. El precio nos pareció demasiado bueno como para dejarlo pasar por ese tema, pero al llegar nos habíamos olvidado de ese detalle y cuando nos tocaron las camitas hermanas hasta creímos que había sido un error. Siempre anótense estas cosas o impriman la reserva con esta info porque con la calentura de ver una oferta a veces una acepta condiciones que en el momento no le parecen tan buena idea.

El tamaño de la habitación estaba muy bien y nos entró todo el equipaje cómodamente. El baño también estaba bien. El único detalle es que no había mucho espacio para apoyar los productos de tocador. Estando de viaje solemos andar con un bolsito con todas las cremas y productos y acá no me entraba. Ni hablar de que entraran dos. También, otro detalle que no es grave pero prefiero mencionar.

Lo que no nos gustó: nunca llegamos a entender qué era pero el olor del ascensor era algo que nos descomponía. Olía como a goma vieja, pero era tan intenso que teníamos que aguantar la respiración al usarlo.
El hotel en general se veía limpio, pero la limpieza diaria de la habitación era muy así nomás. Te estiraban un poco el acolchado (como se ve en la foto) y pasaban un poco la aspiradora, pero nos han dejado toallas en el piso sin cambiar y tazas usadas sin limpiar.

La tele no andaba. La imagen parpadeaba o directamente no agarraba canales. Avisamos en recepción y nos dijeron que se iban a ocupar pero la tele nunca se arregló y tampoco volvieron a mencionarnos el asunto. A nosotros nos gusta ver canales locales cuando viajamos, pero realmente esta vez estábamos volviendo muy cansados y la dejamos pasar.

El wifi era pésimo. Para subir stories a Instagram tenía que usar los datos. Algo que en mi caso pude hacer porque tenía un plan con roaming, pero mucha gente confía en el wifi del alojamiento para poder comunicarse. Obviamente también era imposible ver streaming o ninguna otra cosa pesada con la conexión del hotel. De todo lo que enumeré esto me pareció lo más inaceptable.

La atención en recepción era la mínima indispensable. No nos atendieron mal, y de hecho fueron amables, pero tampoco se veía una actitud muy de desvivirse por el servicio al cliente. Estaban para saludarte y cobrarte. El único problema que planteamos, que fue el de la tele, mucha atención no recibió. Y eso que estuvimos 7 noches y no parecía haber muchos más huéspedes. El último día dejamos las valijas en el depósito de recepción algunas horas y con eso no hubo problema.

_{El ascensor del olor inolvidable.}

¿Volvería a alojarme ahí? Si puedo evitarlo, no. Me he alojado en otros hoteles en Londres que me gustaron mucho más (pueden leer más de eso en este post) y esos serían mi primera opción. Sin embargo, si consiguiera un precio realmente competitivo en el The Villa Kensington, ya sabiendo qué esperar, volvería a alojarme ahí.

¿Lo recomiendo? Lo dejo a su criterio. Como dije al principio; Londres es una ciudad muy cara en la que una, si va con un presupuesto ajustado, tiene que bajar el copete con el alojamiento. Cosas que tal vez en otra ciudad no aceptaríamos, como la tele que no anda, el ascensor apestoso y el wifi deficiente, tal vez en Londres, si la ubicación es buena, el lugar es limpio, y el precio nos cierra, no nos parecen tan graves.

¡Espero que la reseña les haya servido! Pueden leer más acerca de cómo reservo mis alojamientos, mis páginas favoritas y algunos tips sobre cómo usar Booking.com de alguien que trabajó ahí en este post.

Les dejo el link del The Villa Kensington en Booking.com por si quieren mirar precios o chusmear más.

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